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Partes del templo 

El monaguillo: Aprende a distinguir y a conocer
las partes del templo y las partes de la eucaristía.
El templo, Dios está en todos lados, aunque nos vayamos bien lejos, Dios está siempre cerca de nosotros desde el bautismo. Pero además, quiso tener una casa, donde nos pudiéramos reunir para demostrarle nuestro cariño. Este lugar es el templo, la casa de Dios, que nosotros llamamos Iglesia. Con Dios pasa lo mismo que con un amigo: si queremos estar con él, vamos a su casa. Decimos que el templo es la casa de Dios porque allí habita Jesús de un modo especial, y podemos hablarle, contarle lo que nos pasa, darle gracias, pedirle lo que necesitamos; y también es el lugar donde se reúne la familia de Dios para rezar unida, para recibir el regalo de su amor, su perdón y su palabra.

Sagrario o Tabernáculo: Tabernáculo en latín significa “tienda de campaña”, y este uso proviene del lugar en el que los hebreos llevaban el arca de la alianza durante su travesía por el desierto. Para los cristianos, la verdadera “tienda” es Cristo mismo, el Verbo que se ha hecho carne y ha plantado su tienda entre nosotros (Jn 1, 14). Después que Jesús murió, los apóstoles, tal como él les había ordenado, se reunían para celebrar la misa en su memoria. Pero los que no creían en Jesús, comenzaron a perseguirlos, no podían celebrar en lugares públicos, sino que lo hacían en las casas o en espacios ocultos. Como no todos podían participar, sobre todo aquellos que estaban enfermos, se guardaba un poquito de pan consagrado y se lo llevaba a quienes no podían asistir. Actualmente, esos lugares donde se encuentra el Cuerpo de Jesús se llama sagrario. Sagrario viene de sagrado, es el lugar más santo, más sagrado del templo, porque allí se encuentra Jesús, nuestro Dios. Los sagrarios tienen diversas formas, pero podemos localizarlos fácilmente en los templos, porque muy cerquita hay una luz roja, muy pequeña, que nos indica que ahí está Jesús. Siempre que pasamos frente al sagrario debemos hacer una genuflexión (este gesto consiste en apoyar brevemente la rodilla derecha hasta el suelo), el cual es un acto de adoración.

 

Lámpara la Sagrario o Luminaria: Una lámpara encendida colocada en un lateral del Sagrario -no sobre el sagrario o delante del mismo- indica la presencia de Jesús Sacramentado en el Sagrario. Debe estar alimentada con aceite o con cera, no con otro combustible; y se prefiere la llama natural porque significa tanto ofrenda como luz, aunque el obispo, por motivos prácticos, puede autorizar el empleo de una lámpara eléctrica.

Presbiterio: La Iglesia es una familia y en ella cada uno tiene una misión. El sacerdote ocupa un lugar muy especial porque todo lo hace en nombre de Jesús. Por ese motivo, en el templo existe un lugar más elevado, donde también está el altar, y se denomina presbiterio. El presbiterio es el recinto de los presbíteros (ancianos), los sacerdotes que, en nombre de Jesús, proclaman la palabra de Dios y nos dan el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Dentro del presbiterio está el Altar, el Ambón, la Sede y la Credencia.  

Altar: En la casa de Dios, hay una mesa alrededor de la cual nos reunimos para celebrar el memorial de la pasión, muerte y resurrección de Jesús y recibirlo como alimento. La mesa simboliza encuentro, familia. Esa mesa se llama altar («Altare»: lugar elevado). El altar no es un mueble más que se pone y se saca, sino que es firme como Cristo, el sacerdote lo besa cuando comienza y finaliza la Misa porque representa a Cristo. Asimismo, generalmente el sacerdote y los monaguillos, al comienzo de la Misa y al finaliza ésta hacen una reverencia al altar. Entonces, el altar cristiano es al mismo tiempo:

 † El ara donde se realiza sacramentalmente el sacrificio de la Cruz.

 † La mesa del Señor en torno a la cual se congrega el Pueblo de Dios para participar en la Misa, comiendo y bebiendo el Cuerpo y la Sangre de Cristo.

 † El centro de la acción de gracias, que es la Eucaristía.

Sacristía: Es una habitación contigua al templo donde el sacerdote y los ministros se revisten de los ornamentos sagrados. No forma parte del conjunto litúrgico, pero tiene un papel importante en la preparación digna del culto. El motivo principal puede ser un crucifijo o una imagen sagrada. Cuenta con una mesa espaciosa para extender los ornamentos, y cajones amplios en los que se guardan, con dignidad, seguridad y cuidado, los objetos necesarios para el culto.

 

Ambón: En el templo hay un mueble desde el cual Dios nos habla cada vez que nos reunimos a celebrar la Santa Misa. Ese lugar es el ambón, y desde allí se proclama la Palabra de Dios. A veces el ambón se cubre con un paño del color del tiempo litúrgico.

Sede: En el presbiterio encontramos una silla grande que se llama sede. En la sede se sienta el presbítero o sacerdote, que preside la celebración de la Santa Misa.

Credencia: Es una mesa pequeña en la cual se apoyan los elementos que se utilizan durante la celebración de la Eucaristía. Por Ej. Cáliz, Copón, Lavabo.

Cruz: Cuando entramos en el templo y vamos caminando por la nave central, vemos que por encima del altar aparece la cruz presidencial. En todas las Iglesias, siempre hay una cruz en un lugar importante. En la cruz, murió Jesús y nos trajo la salvación. En la cruz, Jesús entregó su vida y nos unió para siempre a Dios.

Fuente o Pila Bautismal: En el templo, se destina un lugar con forma de fuente, en donde se derrama el agua del bautismo, que nos hace hijos de Dios. Esta es la fuente o pila bautismal.

Pila de Agua Bendita: Recipiente de piedra u otro material situado a la entrada de las iglesias que contiene agua bendecida para que se santigüen los fieles al ingresar. 

Confesionario: El confesionario es un lugar donde se administra el Sacramento de la Reconciliación, para que el perdón de Dios llegue a los fieles.

Cirio Pascual: La palabra «cirio» viene del latín «cereus», que significa cera, el producto de las abejas. Se llama Cirio Pascual a la vela que se consagra y enciende por primera vez en la Vigilia Pascual en la celebración litúrgica de la noche del Sábado Santo; y es signo de Cristo resucitado, Luz de las naciones. Debe estar situado sobre una elegante columna o candelabro adornado. El Cirio Pascual posee una inscripción en forma de cruz, acompañada de la fecha del año y de las letras Alfa y Omega, la primera y la última del alfabeto griego, para indicar que la Pascua del Señor Jesús, principio y fin del tiempo y de la eternidad, nos alcanza con fuerza nueva en el año concreto que vivimos. Al Cirio Pascual se le incrusta en la cera cinco granos de incienso, simbolizando las cinco llagas santas u gloriosas del Señor en la Cruz. El Cirio Pascual también se usa durante los bautismos y en las exequias, es decir al principio y al término de la vida temporal, para simbolizar que un cristiano participa de la Luz de Cristo a lo largo de todo su camino terreno, como garantía de su definitiva incorporación a Luz de la vida eterna.

Flores: Es una costumbre antiquísima adornar el altar con flores. Se habla de esto en la Tradición apostólica, san Jerónimo y san Agustín. Se usan flores naturales, según las costumbres locales. Se ponen con poca frecuencia en Adviento, y nunca durante la Cuaresma, el día de los difuntos y en los funerales. Las flores expresan la veneración que merece el altar y el carácter festivo de la celebración. En las grandes solemnidades es buena costumbre adornar la iglesia con más flores, velas y lámparas, de forma que enriquezcan las celebraciones y no distraigan la atención sobre el altar y el desarrollo de la ceremonia. Por la misma razón, cuando se ponen carteles se procura que sean dignos, obras de arte -no simples posters con mensajes- que ayuden a la dignidad del cual la dignidad del culto.  

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